martes, 21 de febrero de 2017

LO MEJOR PARA EDIFICAR, EXHORTAR Y CONSOLAR ES LA SANA DOCTRINA DE CRISTO

LO MEJOR PARA EDIFICAR, EXHORTAR Y CONSOLAR ES LA SANA DOCTRINA DE CRISTO
La Sana Doctrina de Cristo, es muy importante para dar palabra de aliento y consolación: (Isa. 35:3,4) “3 Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. 4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará”. Hay eventos en la vida de cada cristiano que le causan desanimo, por estar pasando por acontecimientos y circunstancias naturales de la vida de todo creyente, que te afligen y amargan, que te desaniman y decepcionan. Tu vida suele ser combatida por la duda, el dolor, la tentación, el temor, las perdidas, la persecución, la miseria y la muerte misma. Los cuales le pudieran llevar al pecado y a una vida egocéntrica. Todos tenemos que enfrentarnos a eventos difíciles, en nuestras vidas habrá seres queridos que se van a morir, vendrá la enfermedad, habrá personas que nos maltrataran, habrá accidentes, los niños saldrán de nuestro hogar algún día, y sucederán muchas otras cosas que son parte de la vida normal.

El evento que te suceda, o lo que te sucede, no es el asunto, sino como tú respondas a cada situación es lo que es importante. (1Corintios 14:3) “Pero el que profetiza habla a los hombres para Edificación, Exhortación y Consolación”. Siempre debemos basarnos en la sabiduría de Dios, y no en los pensamientos propios o en los deseos propios para Edificar, Exhortar y Consolar. Porque cada uno de nosotros siempre necesitamos palabras de aliento, y qué mejor de parte de las Sagradas Escrituras; (Salmo 33:10,11) “10 Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos. 11 El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones”. (Prov. 12:5) “Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño”. (Santiago 3:17) “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”. Alguien que no te da paz en tu corazón, no es sabio.

Existe esta Bendición de parte de nuestro Padre Celestial, (Rom 9:25) “Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada”. Sin embargo, muchas veces te sientes sin ánimos, las fuerzas poco a poco te van faltando, y todo parece que va en tu contra y para colmo volviste a caer en el mismo error que habías prometido no volver a caer. Te sientes muy mal, no encuentras de qué forma presentarte ante el Señor Jesucristo porque te sientes indigno(a) de su presencia. Hasta estás pensando seriamente en volver atrás, pero seguramente el Espíritu Santo te convence de esta Palabra: (2Ped. 2:22) “Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno”; (Prov. 26:11) Como perro que vuelve a su vómito, así es el necio que repite su necedad”; Y tu alma que está dentro de ti te dice que esta no es la solución, y aunque humanamente es lo que quisieras hacer, por algún motivo no puedes hacerlo. Sientes vergüenza de llegar delante de Dios, crees que ya no te oirá más, que ya no hay perdón para ti, que lo que hiciste fue la gota que rebalso el vaso, que tus oportunidades se acabaron, que ahora si fue el colmo, y toda clase de pensamientos que quieren evitar que vayas y te rindas al Señor Jesucristo, que nos dice: (Hebreos 4:14-16)14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.
La posición de las Sagradas Escrituras, es que una persona cristiana es lo que es por su carácter interno (alma), y podrá aguantar las tragedias de la vida, de acuerdo a lo que es en su alma. Si tú eres ésta persona cristiana, que estás pasando por alguna tragedia entonces oye bien esto, el asunto no es que te enfoques en el evento, o lo que te sucedió, sino, enfócate, en tu persona. Es imposible cambiar los eventos, los fracasos, o la tragedia, de tu vida cómo persona. Sin embargo, si es posible cambiarte cómo persona. En esta forma se te puede ayudar a enfrentarte con tu futuro efectivamente. En este libro explica que es el corazón del hombre lo que lo contamina no son las cosas externas. Dios trata con el corazón del hombre, y no lo justifica de lo malo que hace tan solo por las circunstancias en que se encuentra; (Marcos 7:18-23)18 Él les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, 19 porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos. 20 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”. Tratemos a estas personas exactamente como son, su hermano o hermana en Cristo. Los cristianos debemos edificarnos, no juzgar o destruirnos cómo personas. Estamos para levantar, no para derribar. La persona debe recibir consejo de lo que dice la Palabra de Dios, no importa quién sea en este mundo.

(Hebreos 10:37-39)37 Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. 38 Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. 39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma”. Y es que pruebas siempre tendrás, la vida está llena de pruebas y obstáculos, pero ninguno de ellos se vence huyendo, al contrario, tienes que enfrentar cada una de esas pruebas y cada uno de esos obstáculos. ¿Por qué tu fe está débil?, yo te pregunto: ¿Estas orando lo necesario?, ¿Estás leyendo las Sagradas Escrituras lo suficiente?, ¿Te estas congregando frecuentemente?, ¿Estas sirviendo, según como Dios te lo ha indicado?, si hay deficiente en alguna de estas áreas, es necesario que pongas mucha atención a cada una de ellas.

Las circunstancias de la vida, no tienen que determinar tu ánimo, (Isaías 59:19-21) “19 Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, más el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. 20 Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. 21 Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre”. Es difícil de comprender, pero nuestro ánimo no tendría que depender de las circunstancias de la vida. En este caminar enfrentaremos diariamente muchas situaciones que querrán hacernos bajar los brazos, colgar los guantes, tirarnos al suelo y darnos por vencido, pero no podemos darle gusto al enemigo de nuestras almas. ¿No te ha pasado que luego de un servicio en donde has dicho al Señor Jesucristo: “A partir de ahora te buscare más”, viene el día siguiente y el enemigo pone mil y una situaciones que roban ese momento precioso?, a mi si me ha pasado, podría mencionar más de una docena de veces que me ha ocurrido, días en los que después de haberme sentido en una estrecha e íntima comunicación con el Padre Celestial, paso completamente a sentirme casi en el infierno. Y es que el enemigo no descansara hasta vernos desfallecer, Jesús lo dijo claramente: (Juan 10:10) “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Cada día de nuestra existencia vendrán situaciones que querrán robar la paz de Dios en nuestra vida, querrán evitar que el gozo del Señor se mantenga en nuestros corazones, pero es ahí en donde NO PODEMOS PERMITIR que nuestro ánimo dependa de las circunstancias.

Jehová Dios por medio del apóstol Pablo nos enseña cómo controlar nuestro ánimo y es muy claro que el ánimo del hijo de Dios no puede depender de las circunstancias que lo rodean, lo primero que el enemigo pone en tu mente es emborracharse, (Efesios 5:18-20) “18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Sin lugar a dudas tenemos que aprender a vivir en medio de situaciones que querrán desestabilizar nuestra vida, no podemos dejarnos llevar por la corriente hacia donde ella quiera, tenemos pararnos firmes y comprender que venga lo que venga, mi ánimo está fundado en la Roca que es Cristo.

No es de valientes salir huyendo cuando las cosas se ponen en nuestra contra, debemos comprender y creer sin duda alguna que más Poderoso es el que está con nosotros que el que está en el Mundo y que fuera de Él nada podemos hacer, pero que con El todo lo podemos. (Filipenses 4:13) “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (1 Tesa. 5:15-23) “15 Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos. 16 Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 19 No apaguéis al Espíritu. 20 No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal. 23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

Todos tenemos debilidades. Pero algunos creen que tienen más, porque se ven que tienen un manojo de defectos e imperfecciones: físicas, emocionales, intelectuales y espirituales. También se dicen tener un sinfín de circunstancias incontrolables que le debilitan, como las limitaciones financieras o relacionales. Lo más importante es: ¿qué haces con ellas? Solemos negar nuestras debilidades, las defendemos, las excusamos, las ocultamos y las resentimos. Esto le impide a Dios usarlas de la manera que desea hacerlo. Porque Jehová Dios tiene una perspecti+va diferente de tus debilidades. Dios dijo: (Isaías 55:9) “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. De modo que a menudo actúa en maneras exactamente opuestas a lo que esperamos. Pensamos que Dios solo quiere usar nuestras fortalezas, pero también quiere usar nuestras debilidades para su gloria. Las Sagradas Escrituras dicen: (1Corintios 1:26-31) “26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”. Tus debilidades no son un accidente. Dios deliberadamente las permitió en tu vida con el propósito de demostrar su poder a través de ti.
Jehová Dios no detienen nuestras limitaciones. En las Sagradas Escrituras dicen: (2Corintios 4:7) “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”. Igual que la artesanía común, somos frágiles, defectuosos y fáciles de quebrar.

Hay Dos Grandes Verdades que ilustran lo que necesitamos para vivir saludablemente. La primera fue por medio de Pedro que le dijo a Jesús: (Mateo 16:15,16) “15 Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Y la segunda fue por medio de Pablo, que le dijo a la multitud idólatra en Listra: (Hechos 14:12-15) “12 Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra. 13 Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios. 14 Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay”. Si quieres que Dios te use, debes reconocer quién es Dios y quién eres tú. Muchos cristianos, sobre todo líderes, olvidan la segunda verdad. ¡Solo somos seres humanos! Alégrate con tus debilidades. (2 Corintios 12:7-10) “7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. Al principio, esto no tiene sentido. Aspiramos a ser libres de nuestras debilidades. ¡Pero nos alegramos con ellas! Sin embargo, el contentamiento es una expresión de fe en la bondad de Dios.

A menudo, Jehová Dios nos conecta a una debilidad o a una fortaleza mayor para mantener nuestro ego controlado. Una limitación puede actuar como un regulador que nos previene de no ir muy rápido y adelantarnos de Dios. Tenemos este ejemplo: Cuando Gedeón reclutó un ejército de 32,000 soldados para pelear contra los madianitas, Dios lo redujo a 300 hombres, estableciendo una desigualdad de 450 a 1, ya que fueron a pelear contra 135,000 de las tropas enemigas. Esto pareció una fórmula para el desastre. Sin embargo, Dios lo hizo para que Israel reconociera que no fue por sus propias fuerzas sino por el poder de Dios que se salvaron. Nuestras debilidades también nos animan al compañerismo entre los hermanos. Mientras la fuerza cultiva un espíritu independiente, “Yo no necesito de nadie”, nuestras limitaciones muestran cuánto nos necesitamos unos a otros.
Todos los ejemplos en las Sagradas Escrituras que Jehová Dios, escogió, fueron personas débiles. Ejemplos tenemos la debilidad de Moisés que era su temperamento que le condujo a matar a un egipcio, golpear la roca cuando se suponía que debía hablarle, y a romper las tablas de los Diez Mandamientos. No obstante, Jehová Dios transformó a Moisés en “el hombre más manso de la tierra”. (Número 12:3) “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra”. Otro ejemplo es el de la debilidad de Gedeón que era su baja autoestima y una inseguridad profunda. Sin embargo, Jehová Dios lo transformó en “un varón esforzado y valiente”. (Jueces 6:12-16) “12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. 13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. 14 Y mirándole Jehová, le dijo: Vé con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? 15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. 16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre”.

Otro ejemplo es la debilidad de Abraham que era el temor. No una, sino dos veces, para protegerse, dijo que su esposa era su hermana. No obstante, Jehová Dios transformó a Abraham en “el poder de todos los creyentes”. (Romanos 4:11) “9 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. 10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. 11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 12 y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado”.

Jehová Dios quiere tomar tu debilidad más grande y transformarla. Comparte sinceramente tus debilidades. Ministrar empieza con ser VULNERABLE. Quítate la máscara y comparte todo lo que guardas –tus luchas- de manera que Dios pueda usarte en servir a otros. Jehová Dios nos da este ejemplo del apóstol Pablo, que mostró ser vulnerable en todas sus cartas. Expresó con sinceridad: Sus fallas (Romanos 7:19) “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago”. Sus sentimientos (2Cor. 2:4,) “Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo”. (2Cor. 12:15) “Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos”. (2 Corintios 6:11) “Nuestra boca se ha abierto a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado”. También sus frustraciones (2 Corintios 1:8) “Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. También sus temores (1 Corintios 2:3). “3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de Poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”. Por supuesto, ser vulnerable es un riesgo, pero Jehová Dios se hace presente en tu debilidad cuando tu confías en Él.


Predicador de la Sana Doctrina de Cristo. Víctor 

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