martes, 9 de enero de 2018

¡COMÍAN JUNTOS CON ALEGRÍA Y SENCILLEZ DE CORAZÓN!

¡COMÍAN JUNTOS CON ALEGRÍA Y SENCILLEZ DE CORAZÓN!
Las reuniones como ésta son una muestra de cómo será cuando lleguemos al Cielo. (Hechos 2:46,47)46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”. ¡Es glorioso que cómo Cristianos nos juntemos así para tener compañerismo! En la nueva Jerusalén nos encontraremos y tendremos compañerismo con los Cristianos de todas las edades. Imagínate cuan gozo tendrás cuando saludes al Apóstol Pedro, y al Apóstol Pablo. Imagínate la gran dicha que tendrás cuando te sientes a platicar con ellos. Imagínate cuan alegre estarás al abrazar a Abraham, a David, a Noé, al ser amado que murió en Cristo Jesús. Imagínate las lágrimas de gozo que saldrán de tus ojos cuando veas de nuevo al hermano que ya no está entre nosotros, y a muchos otros seres queridos que ya están dormidos en la muerte. Y mucho mejor que todo, piensa en el gozo inefable de la gloria de ver a Jesús cara a cara. (1Cor 13:12) “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido”. ¡Qué gran día será! Pero este domingo gustamos un poco del gozo que sentiremos en aquel día. Este Domingo en este servicio con nuestros hermanos reunidos, sentimos un poco del espléndido gozo que sentiremos cuando lleguemos al momento cuando Jesucristo vendrá por su iglesia. En verdad La amistad de mente igual. Semeja al Señor. (1 Pedro 3:8,9) 8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; 9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”. (Filipenses 2:2) “completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa”. (1 Corintios 1:10) “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer”. Cómo se puede hacer esto si todos tienen su propia doctrina y no quieren abrazar la Sana Doctrina de Cristo.

El pastor Víctor, de ésta Iglesia “Mi Libertador”, nos pidió que tuviésemos compañerismo con todos juntos, sólo por el hecho de obedecer a Dios, (Salmo 133:1) “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!”. La Iglesia en Cristo Jesús “Mi Libertador”, nunca toma a la ligera una invitación como esta. Orando, le pedí a Dios que me ayudase a decir algo que tocase nuestros corazones e hiciere de esta una ocasión memorable, no solamente un sermón más. Y creo que Dios me dirigió al texto que hemos leído del libro de Los Hechos. "La iglesia nunca ha sido más espiritualmente fuerte que en aquel tiempo". ¡El avivamiento cuando estamos juntos participando de los alimentos le da vida a La Iglesia en Cristo Jesús “Mi Libertador”! Al igual que todo avivamiento, éste trae consigo una resurrección espiritual. Esto hace que estemos vivos, dinámicos, prestos a evangelizar, tan llenos de amor y caridad Cristiana que esta iglesia en Cristo Jesús, al igual que la iglesia del tiempo de los Hechos 2. en particular se convierte en el modelo para todas las iglesias que vendrían en el futuro. Si queremos la misma clase de iglesia dinámica y creciente que ellos tenían, tendremos que seguir su patrón, en lo que por la Gracia de Jehová Dios por medio de Jesús experimentaron.
Daré tres lecciones simples de este pasaje de los hechos de la Escritura que espero con todo mi corazón nuestra iglesia aprenda y practique. Son lecciones muy simples, pero que transformarán a nuestra iglesia, y a la hora que Dios diga, nos traerán un gran derrame de avivamiento. He aquí las tres lecciones del texto.

1. A ELLOS LES GUSTABA ESTAR JUNTOS. Disfrutaban tanto estar juntos. (Hechos 2:46) “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón”. Esta es una declaración que revela mucho. "Y perseverando unánimes cada día... y partiendo el pan en las casas". La nota del margen céntrico lo pone así: "compartiendo su comida" en las casas. ¡No se podía separarlos! Siempre estaban juntos. Ellos amaban estar juntos en compañerismo Cristiano.
Creo que este es el elemento que falta en nuestra iglesia hoy en día. Las "súper iglesias" tienen tanta gente que no se conocen unos a otros, pero nosotros que somos no muchos no tenemos ese pretexto. Y el pastor ni siquiera sabe sus nombres. Y no hace falta decir que el compañerismo de aquella primera iglesia en Jerusalén no se encuentra en las mega-iglesias de nuestro día. ¡Qué triste! Pero también hay muchas iglesias pequeñas donde a la gente no le gusta estar junta. ¿Tal es el caso nuestro? Muy a menudo, en las iglesias más pequeñas, las personas no se conectan unas con otras. Cuando llega una persona nueva, se da cuenta que es un "extraño", que realmente no es bienvenido en el corazón de la congregación.

¡Esto es lo que debemos remediar si de verdad queremos que nuestra iglesia sea evangelista, lo debemos arreglar, lo debemos curar! Simplemente tenemos que volver al patrón de la iglesia de Jerusalén y aprender a agradarnos y aprender a aceptar a la gente nueva en nuestros corazones, nuestro compañerismo, y nuestros hogares mismos. Si no aprendemos a traer a los de "afuera" al compañerismo del corazón de la iglesia, ¡no los podremos evangelizar como lo hizo aquella primera iglesia! Creo que tenemos que aprender a simpatizarnos profundamente, y tenemos que aprender a "traer con amor" a la gente perdida que viene a visitarnos. Nuestro legado es "tráelos con amor", (Oseas 11:4) “Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida”. ¡Creo que en esto como siempre Dios no se equivoca y tiene la razón! (Jeremías 31:3) “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. Cuando a alguien que ha venido a esta iglesia si alguien les dijera ¿Por qué mejor no vienes a nuestra iglesia? Y que la persona pudiera contestar con firmeza, No gracias porque en la Iglesia en Cristo Jesús “Mi Libertador”, allí si saben quererlo a uno.
Espero que los jóvenes digan esto cuando hayan visitado nuestra iglesia. Espero que cuando alguien los invite a otra iglesia; Alcancemos Victoria puedan decir: No, me voy a la Iglesia en Cristo Jesús “Mi Libertador”. Allí sí saben quererlo a uno". ¡De esto es lo que estamos hablando -de amarnos unos a otros con amor Cristiano profundo- y de traer con amor a los perdidos para que sepan que queremos que ellos estén con nosotros! ¡Eso no es liberalismo! ¡Es evangelismo de la Sana Doctrina de Cristo!

2. COMÍAN JUNTOS A MENUDO. Leamos nuevamente. (Hechos 2:46) “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón”. Como mencioné antes, "comían juntos" significa "compartiendo su comida". Esto se "entiende de sus comidas comunes, las que comían juntos...: "Aquellos primeros Cristianos lo hacían todo juntos... Juntos... comían la comida regular". Aquellos primeros Cristianos siempre comían juntos. Yo creo que es de suma importancia que nuestra iglesia siga su ejemplo en esto.
Por lo menos una vez al mes debemos de tener un banquete después del servicio. Me parece realmente maravilloso. La iglesia debemos de comer juntos, como familia de iglesia, lo más seguido posible. ¿Saben?, que la primera iglesia de Jerusalén no se inventó la idea de comer juntos. ¡Oh no! La idea vino del Señor Jesucristo mismo. En las Sagradas Escrituras podemos darnos cuenta que una multitud de perdidos seguían a Jesús para oírlo hablar. Luego Jesús llamó a Leví (que luego se volvió Mateo). Mateo preparó una gran comida y los invitó a todos. Lucas dice: (Lucas 5:29) “Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos”.
En el Libro de Marcos dice: (Marcos 2:15-17)15 Aconteció que, estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido. 16 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? 17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores”. La gente religiosa siempre va a hablar diciendo: ¿Qué es esto, que ellos comen y bebe con los pecadores?

Pero Jesús enfatizó traer a los perdidos y comer con ellos. Otro dos ejemplos de esto ocurrieron cuando Jesús se sentó a comer con cinco mil personas perdidas, una de las cuales está escrita en (Marcos 6:32-44)32 Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto. 33 Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él. 34 Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. 35 Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. 36 Despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer. 37 Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer? 38 El les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo. Y al saberlo, dijeron: Cinco, y dos peces. 39 Y les mandó que hiciesen recostar a todos por grupos sobre la hierba verde. 40 Y se recostaron por grupos, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta. 41 Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. 42 Y comieron todos, y se saciaron. 43 Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces. 44 Y los que comieron eran cinco mil hombres”. Y después cuando Jesús se sentó a comer con cuatro mil personas perdidas, la cual está escrita en (Marcos 8:1-9)1 En aquellos días, como había una gran multitud, y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: 2 Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; 3 y si los enviare en ayunas a sus casas, se desmayarán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos. 4 Sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto? 5 El les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: Siete. 6 Entonces mandó a la multitud que se recostase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y los pusieron delante de la multitud. 7 Tenían también unos pocos pececillos; y los bendijo, y mandó que también los pusiesen delante. 8 Y comieron, y se saciaron; y recogieron de los pedazos que habían sobrado, siete canastas. 9 Eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió”. Vez tras vez, Jesús se propuso invitar a pecadores a comer con Él y Sus discípulos. Y vez tras vez la gente religiosa lo criticaba por hacerlo así. Ellos decían: (Lucas 5:30) “Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores?”. También Jesús usó las fiestas y los banquetes en Sus parábolas. Vez tras vez Jesús dio parábolas que hablaban de invitar a la gente perdida a comer. Por ejemplo, en la parábola de las bodas, Él dijo: (Mateo 22:9,10) 9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. 10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados”. Fue aquí donde los Cristianos en la iglesia de Jerusalén aprendieron esto. ¡Aprendieron a tener comidas y a convidar a los perdidos del Señor Jesucristo mismo! ¡De allí lo aprendieron! Pero debo apresurarme al último punto. A los primeros Cristianos sí les gustaba estar juntos. A menudo comían juntos, y tercero, le simpatizaban a la gente común.

LE SIMPATIZABAN A LA GENTE. (Hechos 2:47) “Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”. A la gente común de Jerusalén le simpatizaban los Cristianos. Ellos tenían "favor con todo el pueblo". ¡Pero, a los principales sacerdotes y los Fariseos no les agradaban! ¡Tampoco les agradaba Jesús! Pero tenían favor con la gente común de la ciudad, eran amigables con ellos, de buena disposición. Para decirlo de un modo moderno, ¡Les simpatizaban! Con mucha razón. Por esta razón dice la Palabra de Dios: "El Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos". ¡Si a la gente le gusta estar contigo, será comparativamente fácil que sea salva! Si no le gusta estar contigo, no importará cuan bien le prediques o con cuanta fuerza ores, no se quedará en la iglesia el tiempo suficiente para oír el mensaje y ser salvo. Si no les simpatizas no lo harán. A veces estamos tan ocupados con nuestros deberes religiosos que se nos olvida por completo la gente que visita por primera vez la iglesia. Nos concentramos con los que conversamos cada semana, con nuestras amistades, y dejamos fuera a los nuevos. Salimos de la iglesia de prisa con nuestra familia y amistades y dejamos a la gente nueva parada a solas enfrente de la iglesia. ¡Y luego nos preguntamos por qué no regresaron! Si queremos que nuestra iglesia crezca tenemos que ser amables con la gente nueva.

No me refiero que solamente darles la mano de prisa y una sonrisa plástica antes de partir. ¡No, esto no funcionará! ¿Por qué vas hasta la iglesia en Cristo Jesús “Mi Libertador”? "Allí sí saben quererlo a uno". ¿Me explico? Creo que el ejemplo de nuestro Padre Celestial es el mejor método: "Tráelos con amor". Jesús fue a la muerte murió en la Cruz para pagar la pena de tus pecados. Cristo derramó Su Sangre para que tus pecados pudieran ser perdonados. Jesucristo resucitó físicamente de los muertos. Jesucristo ascendió de nuevo al Cielo, donde está sentado a la diestra de Dios, orando por la salvación de nuestras almas. Jesucristo hizo todo esto porque nos ama. Si tú vienes a Jesucristo por fe, Jesucristo lavará tus pecados con Su Sangre Preciosa. Ven a Jesucristo es la Cabeza de ésta Iglesia y asegúrate de regresar a la iglesia los días de estudios. ¿Por qué quedarte solo? ¡Ven al hogar, a la iglesia! ¿Por qué quedarte perdido? ¡Ven al hogar, de Jesucristo, el Hijo de Dios!


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